Primero… los impuestos tuvieron que subirse porque la federación necesita dinero… y ya.
Necesitamos dinero por múltiples motivos internos y sobretodo externos, que hubieran sido muy difíciles de predecir en las épocas de las campañas. Ningún otro candidato o ciudadano o asesor macro económico de renombre internacional lo hubiera previsto.
Y si no hubiera evasión, no habría necesidad de subir los impuestos (y también si tuviéramos una empresa petrolera más eficiente o si toda la arena de nuestros desiertos se hubiera convertido en oro).
Pero terminar con la evasión es una tarea muy difícil en un país tercermundista como el nuestro. Y el reto consiste en buscar la forma de obligar a que la gente pague porque si no los castigas o porque si no los expones la mayor parte de los mexicanos se va a robar el dinero del pueblo. Y es porque la mayoría de los mexicanos no entienden que los impuestos no es dinero suyo que hicieron favor de entregar para el bien de todos. Es dinero de todos que pasó por sus manos y tienen la responsabilidad de entregar. Y hay muchos pretextos para no pagarlos… “de que se lo robe un burócrata a que me lo quede yo…”, por ejemplo.
Y me atrevería a asegurar que la proporción de políticos corruptos es muy similar a la proporción de mexicanos corruptos o que teniendo la oportunidad serían corruptos… pero bien que el resto de la población los critica. Gente que uno conoce y sabe que si no ha robado es porque no ha podido.
Ya llevo un par de años que ni a los tránsitos les suelto dinero… van 2 veces en 2 años que me paran… no pagué multa, la mera “verda”, pero me zafé con puro verbo (quiero pensar que es válido).
De la inseguridad mejor escribo luego… ya me cansé…
